Enraizada en la tradición, esta casa de Marrakech integra con maestría un equilibrado mix de épocas y culturas. Moderno mestizaje y sencillez conceptual dan como resultado interiores frescos, serenos y cien por cien cosmopolitas.
El largo corredor de acceso, con un doble portón que lo separa del vestíbulo. Las lámparas de techo, de alabastro, se adquirieron en Mustapha Blaoui.
Tradición reinterpretada
Edificios cúbicos de adobe acogen interiores de estilo bereber actualizado. A la izda., cuadro de Mahi Binebine en uno de los pasillos y silla de tronco de Concha Bay.
Salón con chimenea
Salón con chimenea diseñada por Christophe Simeon para la firma Tajdid El Assala. El sofá es una idea del Studio Hopscotch y la alfombra procede de Soufiane Zarib.
Diseño en el comedor
La mesa, realizada con huesos de camello, procede de Mustapha Blaoui. Sobre ella, lámpara doble de Henry Cath; el modelo de pie, en primer término, es de Ochre. En la pared, un cuadro del pintor y street artist francés Kokian pone color al espacio. Las pequeñas esculturas las firma Pira.
Lámpara suspendida
La espectacular lámpara recuerda una campana suspendida del techo abovedado. Todo se ha adquirido en Concha Bay.
Acento africano
Una maravillosa colección de puertas artesanales dogón decoran el vasar y los armarios bajos en la cocina. Realizados en obra, estos se han dispuesto en U, reservando el centro de la estancia para colocar una gran mesa con bancos de teca.
Colores tierra
En el dormitorio, una paleta cromática ultranatural transmite quietud y elegancia. La cama se ha encajado en un entrante que acoge a su vez una hornacina enmarcada sobre el cabecero. Como mesillas, bloques de troncos y sobre ellos, apliques de Ochre.
Los textiles juegan al contraste: rayas y grandes cuadros, tonos claros y oscuros. La colcha fue adquirida en Le Monde Sauvage y la alfombra es de Soufiane Zarib.
De puertas afuera
Piezas de mobiliario, textiles y revestimientos reivindican una estética identitaria; también la distribución interior, dispuesta en torno a patios comunes.
Lavabo de mármol
En el baño destaca el lavabo de mármol cilíndrico diseñado por Christophe Simeon para Tajdid El Assala.
Cortinas de lino
La galería principal se abre al exterior a través de vanos. Algunos con puertas y todos con cortinas de lino que permiten mayor intimidad cuando se precisa.
Porche
Junto a la piscina se ha habilitado un porche con zonas de estar y descanso.
Mesa de madera
Un comedor, con mesa de madera de teca de Concha Bay y sillas de Lou Fagotin, es zona de transición entre la casa y el jardín.
Cobertores de rayas
Una habitación de invitados con sofá vestido con cobertores de rayas y mesa de centro de Concha Bay.
Estancias abiertas
Estancias abiertas se asoman a la frescura del patio. es el ágora, el corazón de la casa.
Toldo-jaima
Las mesas y sillas son de Studio Hopscotch, como las tumbonas bajo el toldo-jaima.
Tranquilo edén
El agua de la piscina se tiñe del verde de las palmeras y los olivos. Rematan el vaso un borde de madera y unos bancos de Concha Bay. Al fondo se encuentra la casa.
Color terracota
Los suelos de cemento, claros y pulidos, reflejan la luz y ofrecen un bello contraste con las paredes, de textura tosca y en un intenso color terracota.
Inmersa en el paisaje
La conexión dentro-fuera es seña de identidad de la vivienda.
Un tándem de prestigiosos arquitectos –Hakim Benjelloun y Christophe Simeon– transformó lo que era una granja de vacas y ovejas con terreno para pastos en una moderna y amplia vivienda al más puro estilo bereber. La casa fue adquirida por sus actuales propietarios en 2002 y después de tres años de reforma, el proyecto asienta sus pilares en un absoluto respeto a la cultura local y a la integración paisajística. La edificación en adobe, con volumetría cúbica y trazado rectilíneo, típicos de la zona, está rodeada por un jardín de árboles mediterráneos que no le resta protagonismo. Al contrario, pone en valor la vivienda y está en perfecta simbiosis con ella gracias a los porches abiertos. Además, la distribución enlaza interior y exterior mediante patios a los que desembocan las estancias.
La decoración reinterpreta de forma impecable la esencia marroquí en clave moderna. Es obra de Clemence Pirajean, hija de los propietarios y directora de Studio Hopscotch, del que proceden también algunas piezas. Se han cuidado al máximo calidades y acabados. Los revestimientos de suelos y paredes son artesanos, los materiales naturales –madera, cuero, mármol o cerámica– están muy presentes en muebles y complementos, y los tejidos reproducen texturas y cromatismos autóctonos. Sin embargo, los ambientes se enriquecen y singularizan con una visión totalmente contemporánea en la que también tienen cabida los diseños de autor y el arte actual. Una visión conciliadora de épocas, estilos y formas de vida, cuyo resultado decorativo es un fantástico mestizaje estético ente tradición y vanguardia.
Cálido fondo cromático. La paleta de color abarca un abanico de tonos neutros –ocre, terracota– muy vinculados a la tierra.
Mezcla de continentes. África y Asia: la estética de la casa combina estos marcos geográficos y étnicos. Las puertas antiguas son marroquíes; las de los muebles de cocina, de artesanía dogón (Mali); y los muebles de exterior, indonesios.
Arte contemporáneo y artesanía. Conviven en equilibrio obras de artistas actuales –pintura de gran formato y pequeñas piezas escultóricas– y objetos artesanales antiguos.