Pensando en sus jóvenes propietarios, las interioristas de Dalla Polvere han transformado un piso obsoleto de Barcelona en una vivienda fresca y acogedora donde los espacios se impregnan de una elegancia muy actual.
El generoso tamaño de este modelo, adquirido en Lucca, captura la luz de los ventanales y proporciona una luminosidad extra a la entrada de la casa. A su lado, un aplique dorado procedente del estudio Dalla Polvere, lo mismo que la alfombra de piel de vaca.
COMODIDAD ABSOLUTA
La pareja de sillas Luis XVI y el sofá-cama blanco, con tela y cojines de lino antiguo, son de Dalla Polvere. El puf redondo de piel procede de Carina Casanovas. Al fondo, sobre una mesa de nogal, de Azul-Tierra, lámpara de cerámica roja y busto italianos, también de Dalla Polvere.
TERTULIA EN EL SALÓN
Alrededor de una mesa de centro, hecha a medida, se articula la zona de estar. El sofá chéster de cuero marrón en un recuerdo de familia. Sus cojines se han tapizado con un lino antiguo de Dalla Polvere, de donde también son la lámpara con forma de palmera y los candelabros, del s. XVIII. En el techo, una lámpara de láminas de madera de la firma Concha Bay.
DETALLES EN MADERA
Aportan calidez, como el marco que acoge un grabado de Picasso y la cabeza de caballo, comprada en un mercadillo francés, colgada en la pared. El sofá con chaise longue es de Coriumcasa; los cuadrantes verdes, de Della Polvere; y la alfombra de cebra, un recuerdo de familia.
BLANCO ROTO PARA EL COMEDOR
La mesa larga de madera, de procedencia francesa, en Dalla Polvere, y las sillas de hierro antiguas, en Miquel Alzueta, caldean el blanco nuclear de paredes y mueble auxiliar.
ACERTADO CONTRASTE EN NEGRO
Lo protagoniza un camino de mesa de lino, de Dalla Polvere, como la pareja de candelabros de iglesia italianos. La gran escultura de piedra de estilo grecorromano procede del Mercado de las Pulgas de París.
EN EL RECIBIDOR, MUCHO ARTE
Un secreter antiguo da la bienvenida a la casa. En la pared, diversas obras de reconocidos autores –Ricard Opisso, Albert Rafols Casamada, Josep Mª Subirachs o Francesca Llopis–. Al fondo, una fotografía de Pep Agut, de la galería Ángels Barcelona.
LA COCINA, EN TONO GRIS
Las ventajas de este color consisten en su calidez y fácil mantenimiento. El mobiliario está hecho a medida por un carpintero y los electrodomésticos , de frontal cromado, son de la firma Smeg. En el suelo, baldosas hidráulicas acentúan el carácter acogedor.
TOQUE CHIC EN EL OFFICE
Un pasaplatos, que se cierra con una cortina de lino antiguo, facilita el servicio de comidas. La mesa redonda es un diseño años 60 y las sillas Pantone verdes son piezas originales. Todo, en Dalla Polvere. La lámpara de araña se encontró en El Rastro madrileño.
UN CABECERO A MEDIDA
De madera y construido por encargo según un diseño de Dalla Polvere, lo mismo que las mesillas, sirve de soporte a dos marcos antiguos franceses y una obra gráfica. Las lámparas de mesa, también francesas, se han vestido con pantallas de lino antiguo, todo procedente del showroom de las interioristas.
ZONA DE TRABAJO, INCLUIDA
En el dormitorio principal se ha dispuesto una mesa escritorio de nogal, en Lucca, que se complementa con una silla años 50 tapizada con un lino antiguo, de Dalla Polvere. En el suelo, una alfombra de vaca procedente de un desembaje en Italia. El flexo Tizio, de Artemide, aporta la luz puntual necesaria.
MOMENTO ÍNTIMO
Unas puertas corredoras independizan la bañera antigua recuperada y pintada. Las paredes se han revestido con paños de vidrio al ácido.
BAÑO PRINCIPAL
Un antiguo mostrador pintado en marrón, de El Rastro madrileño, acoge los lavabos. El maniquí y la banqueta son de Dalla Polvere. Las lámparas, de cristal de La Granja, proceden de un mercadillo francés.
Una pareja de jóvenes recién emancipados en busca de un entorno cálido, acogedor y, al tiempo, informal y divertido, donde la luz natural fuera generosa y radiante. Arquitecto él y estilista de moda ella, querían un piso que respirara diseño y comodidad para trabajar, así como espacios comunes para estar con amigos. Encontraron lo que buscaban en un edificio en el barrio barcelonés de Pedralbes y para materializar el interiorismo soñado recurrieron a Mónica Colominas y Patrizia Casarini, del estudio Dalla Polvere. El éxito de la iniciativa, a la vista está.
En la vivienda –edificada hace unos 30 años– se acometió una reforma total de las instalaciones, pues su estado era bastante lamentable. Los materiales existentes se sustituyeron por otros más actuales, pero con una evocadora estética retro, como el suelo de tarima que visualmente combina lamas de distintos anchos, y se apostó por un entorno de colores claros y neutros, que resultó la base perfecta para destacar las piezas de mobiliario. Estas componen un universo personal y cosmopolita en que conviven diseños ex profeso de Dalla Polvere, antigüedades y sobre todo elementos vintage de mediados del siglo pasado, encontrados en almonedas, mercadillos y chamarileros de distintos países. Un repertorio que habla a las claras del interés por dar carisma y singularidad a la decoración.
Tampoco faltan las pinceladas prácticas, como el elegir la cocina en un imperturbable tono gris, ni las soluciones inusuales, como entrar al dormitorio principal a través del baño, ni por supuesto el gusto por el arte, patente en todas las estancias y formando agrupaciones de gran potencia. En cada uno de estos aspectos y, principalmente, en la mimada selección de objetos se percibe un espíritu joven y sensible que sabe sacar partido a esos pequeños detalles que crean atmósfera.
IDEAS DE INTERIORISMO: DALLA POLVERE (Tels.: 619 008 934 y 629 230 039) - Modernos suelos a la antigua. Se eligieron lamas de madera de pino en su color natural, protegidas con una capa muy leve de barniz incoloro. En la cocina y el office, baldosas hidráulicas. - Blanco por blanco. La manera de garantizar aún más luz -el piso es bastante luminoso- ha sido jugar con varios tonos de blanco, del roto al brillante, tanto en paredes como en puertas, carpintería y muebles. - ¿Focos o lámparas? Según la función del espacio. Sobre la mesa del comedor, que también puede ser de trabajo, y en el baño, focos. En el resto, lamparas muy escogidas para dar un aire más cálido.